El Universo no sabe si la vibración que estás ofreciendo es por algo que estás observando, o algo que estás recordando, o algo que estás imaginando. El Universo solo recibe tu vibración y responde con cosas semejantes.
Todo es válido y todo es verdad porque la Ley de la atracción lo permite todo. La pregunta no es si algo está correcto o equivocado. O si ellos lo han abordado de una manera correcta o equivocada. La pregunta es: ¿Su manera me hace sentir bien? Y si no lo hace, entonces elijo otra manera de abordarlo.
Nada es más debilitador que preocuparse de algo sobre lo cual no puedes hacer nada. Y no puedes hacer nada respecto a tus hijos adultos. Puedes desearles lo mejor, y quizás hasta proveerles algunas cosas. Pero a la larga, no puedes hacer nada respecto a la vibración de otros, excepto mantenerlos en tu mejor visión, mentalmente, y proyectársela. Y a veces, la distancia lo hace mucho más posible que la cercanía con ellos.
Toma la decisión y luego haz de tu decisión la correcta. Alíneala con la Energía. Muchas veces ni siquiera importa qué decides. Sólo decide. Hay un sinfín de opciones que te serán de provecho enorme, y todas o cualquiera de ellas serán mejores que ninguna decisión.
No existen personas más felices en este planeta que quienes deciden que desean algo, definen su deseo, se apoderan del sentimiento de tener su deseo aún antes de su manifestación y luego miran el desenlace con gusto, pieza por pieza por pieza. Ese es el sentimiento de tus manos en la arcilla.