La Ley de la Atracción, 3 de 5 – Abraham-Hicks
Por lo tanto cuando tú comienzas a comprender que eres un pensador que está proyectando pensamientos y que la ley de la atracción está manejando todos los pensamientos que existen, y te está devolviendo el equivalente al pensamiento que estás pensando, te hace querer prestar más atención a tus pensamientos.
Sin embargo, el prestar más atención a tus pensamientos te volvería loco porque hay tantos pensamientos. Como siquiera empiezas a decidir qué pensamientos son los correctos. Y como gente de este planeta, que se conglomera en grupos y que frecuentemente llega a la misma conclusión errónea de que sólo porque más gente piensa un pensamiento quizás es, o debe ser, el pensamiento correcto.