Tu guía que siempre te lleva hacia lo que quieres
La fuente no tiene que resolver esos detalles porque la fuente ya cree en ti. La fuente ya conoce tu valor, la fuente ya sabe que eres digno. La fuente recuerda por qué has venido y quién eres.
La fuente no tiene que resolver esos detalles porque la fuente ya cree en ti. La fuente ya conoce tu valor, la fuente ya sabe que eres digno. La fuente recuerda por qué has venido y quién eres.
Cuando prestas tu atención a algo durante tan sólo 17 segundos, en ese punto de 17 segundos, hay un momentum que es discernible cuando otro pensamiento igual se une a él, y así sucesivamente.
Porque al cabo de un rato, se enciende de verdad. Y cuando escribes esas palabras, sientes la resonancia de las mismas, porque ilumina tu ser interior contigo.
Lo que estás diciendo. Sólo le vamos a poner otras palabras humanas. Tengo esta evidencia que no es lo que quiero. ¿Y cómo puedo hacer que esta evidencia que no quiero desaparezca?
¿Cómo dejas de mirar a lo que es cuando lo que es es tan convincente? Otra cosa tiene que ser igual de convincente.
Entonces, en vez de ser ese perro tras el hueso que está intentando arreglar lo que está mal, solo reconoce: «oh, mi guía me está haciendo saber que estoy fuera de control aquí, solo voy a dejarlo ir por ahora.» Déjalo ir.