En este extremo satisfecho de la ecuación, donde no hay resistencia, el momentum coge velocidad tan rápido, tan rápido, ¿sabes por qué? Tu ser interior está en ello. Eso es lo que tu ser interior ha estado sabiendo.
La fuente no tiene que resolver esos detalles porque la fuente ya cree en ti. La fuente ya conoce tu valor, la fuente ya sabe que eres digno. La fuente recuerda por qué has venido y quién eres.
Cuando prestas tu atención a algo durante tan sólo 17 segundos, en ese punto de 17 segundos, hay un momentum que es discernible cuando otro pensamiento igual se une a él, y así sucesivamente.
Porque al cabo de un rato, se enciende de verdad. Y cuando escribes esas palabras, sientes la resonancia de las mismas, porque ilumina tu ser interior contigo.