Enseñanzas de Abraham › Ley de la atracción

Tu hija quiere vivir su propia vida y lo quiere hacer en sus términos. Y tú lo quieres también. Y lo que traba sus caminos es que tú todavía estás en el camino viejo pensando: “Necesito protegerla de todas esas cosas que podrían salir mal”. -Abraham

No quieres comer toda la comida que comerás en tu vida hoy día. Crees que quieres, pero de veras no lo quieres. Es bonito cuando se sigue apareciendo, y se sigue evolucionando dados los gustos que vas teniendo.

– Abraham

Sé que tengo mis pies bien puestos, sé que tengo estabilidad. Sé que sabré intuitivamente qué curva doblar y qué camino tomar, y cuándo acelerar y cuándo frenar. 

– Abraham

Me gusta saber que la vida es vibración.
Me gusta saber que soy una traductora de vibración.
Me gusta saber que la ley de la atracción existe.
Me gusta saber que la ley de la atracción crea momentum.
Me gusta saber que puedo elegir la dirección de mi momentum.
-Abraham

¡Cuando se materializa es fantástico! Es mejor que la idea, es mejor que el sueño.  Pero queremos que no te obsesiones en tu necesidad de eso, porque cuando lo haces, invalidas la primera parte de la jornada. Si invalidas el irte alineando, el irte reconfortando aún sin lo manifiesto; entonces nunca llegas realmente a la segunda parte de la jornada. -Abraham

La intención de la acción nunca fue ser la manera como creas tu realidad. La intención de la acción es la de disfrutar la realidad que creas con la alineación de los pensamientos.

– Abraham

Queremos que pares de enfrentar la realidad. Supera tu ‘lo-que-es-itis’ y comienza a contarlo de la manera como quieres que sea.

– Abraham