No podemos enfocarnos en las debilidades de los demás y evocar sus fortalezas. No puedes enfocarte en las cosas que piensas ellos están haciendo mal, y evocar algo que te haga sentir mejor. Tienes que tocar al ritmo del tambor que te haga sentir bien mientras lo tocas. Y cuando lo haces, serás una señal fuerte de influencia que les ayudará a reconectarse con quien ellos son.
No trates de recrear experiencias óptimas, más bien acéptalas como el regalo que son. Y no te culpes por no poder quedarte ahí, porque si te quedaras ahí no serían experiencias óptimas. Serían experiencias normales, ordinarias de todos los días, aburridas. Pues entonces saborea tus experiencias óptimas y elógiate por vivirlas. Espera más de ellas y deja todo lo demás fuera de la ecuación.
Estás a la vanguardia del pensamiento, llevándolo más allá de donde ha sido antes. A nadie le importa los pensamientos que te han llevado hasta aquí. Te encuentras en un ahora flamante, y muchos de los pensamientos a los que te opones tan vehementemente, son precisamente aquellos que han atraído tu claridad actual. No importa qué tan abominables pienses que ellos sean, todos te han sido de valor en tu evolución progresista. Cada uno de ellos.
Quisiéramos que sacaras las palabras “lograr” o “ganarse” de tu vocabulario y de tu entendimiento por completo. Y quisiéramos que las reemplazaras con la palabra “permitir”. Estás queriendo permitir tu Bienestar, no lograrlo. No es algo que necesitas ganártelo. Todo lo que tienes que hacer es decidir qué experiencia quieres tener y permitirla para lograrla. No es algo que tengas que luchar o intentar. Eres un ser valioso. Eres merecedor de este Bienestar.
Donde sea que estés, está bien… Puedes ir a donde desees desde donde estás. Es tiempo que dejes de medir donde estás en relación a donde todos los demás están. El único factor que tiene que ver contigo es donde estás en relación con donde deseas estar.