Si daríamos un consejo a padres de familia, sería el que elijas deliberadamente tu disco emocional –tu alineación con quien-eres-verdaderamente– y luego hables con tus hijos. No dejes que el tema en cuestión sea la razón por la que eliges tu disco emocional. No dejes que el hecho que se han portado mal o te han desobedecido sea la razón de que te sientes como te sientes.
Si sientes carencia de tiempo y dinero, tu mejor esfuerzo estaría en enfocarte en pensamientos que se sientan mejor, y hacer más cosas que te hagan sentir bien. Tu tiempo es una cosa perceptual, y pese a que el reloj corre igual para todos, tu alineación afecta tu percepción, así como los resultados que permites.
Cuando observas la diferencias enormes en el esfuerzo que la gente aplica y los resultados logrados, debes concluir que hay más en la ecuación de triunfo que la acción sola.
Si haces la relación con tu Ser Interior tu primera prioridad, y eliges deliberadamente pensamientos que permitan esa alineación, ofrecerás consistentemente la mayor ventaja a aquellos con quienes te relaciones.
Nunca les vas a enseñar cómo vibrar, ni tampoco quisieras cambiarlos a que todos vibren igual a ti. Tu trabajo no es repararlos, no están rotos. Tu trabajo es elegir de entre todo lo que te haga sentir estupendo, y afincarte ahí mientras te de placer y felicidad. Y al hacer eso, te alinearás con la Energía de tu Fuente, y vivirás una experiencia magnífica. Solo debes no dejar que tu felicidad dependa de lo que los demás estén viviendo, pues eso te echa a perder cada vez.
No se trata de los años. No se trata de la edad. No se trata de la juventud. Se trata del deterioro. Y el deterioro se trata de estar alineado, o no. El deterioro se trata, en este momento, ¿en qué dirección voy? En este momento, ¿en que dirección voy? En este momento, ¿en qué dirección voy? De esto es todo lo que se trata.