La experiencia física está a la vanguardia del pensamiento. La extensión más amplia del pensamiento. No estás en el comienzo. Estás en el borde vanguardista viviendo la manifestación del pensamiento. Y a medida que te expones al contraste dentro de la manifestación, gestas más deseos que convocan Fuerza de Vida.
Es mucho más satisfactorio entrar a un estado dichoso y atraer una persona dichosa y vivir una vida dichosa de ahí en adelante, que estar en un estado negativo y atraer una pareja negativa y luego tratar de ser feliz desde ese estado negativo.
Practicamos el Arte de Permitir. Significa que alcanzamos el pensamiento que se siente mejor, no el pensamiento de la realidad, no el pensamiento que lo cuenta tal cual es. Contarlo tal cual es solo te mantiene ahí mismo: “Coño, voy a contarlo tal cual es. Voy a contarlo tal cual es porque todo el mundo quiere que lo cuente tal cual es”. Cuéntalo tal cual es si te gusta como es. Pero si no te gusta, no lo cuentes tal cual es –cuéntalo como te gustaría que fuese. Si lo cuentas como te gustaría que fuese lo suficiente, comenzarás a sentirlo así. Y cuando lo sientes como te gustaría, será como lo quieres.
No podemos enfocarnos en las debilidades de los demás y evocar sus fortalezas. No puedes enfocarte en las cosas que piensas ellos están haciendo mal, y evocar algo que te haga sentir mejor. Tienes que tocar al ritmo del tambor que te haga sentir bien mientras lo tocas. Y cuando lo haces, serás una señal fuerte de influencia que les ayudará a reconectarse con quien ellos son.
Donde sea que estés, está bien… Puedes ir a donde desees desde donde estás. Es tiempo que dejes de medir donde estás en relación a donde todos los demás están. El único factor que tiene que ver contigo es donde estás en relación con donde deseas estar.