A medida que imaginas y visualizas y verbalizas tu nueva historia, con el tiempo irás creyéndola, y cuando eso sucede, la evidencia fluirá velozmente en tu experiencia. Una creencia es solo un pensamiento que sigues pensando; y cuando tus creencias coinciden con tus deseos, entonces tus deseos deben volverse realidad.

No existe un cuerpo físico, no importa qué condiciones, que no pueda alcanzar una mejor condición. Nada en tu experiencia responde tan rápidamente como tu propio cuerpo físico a tus patrones de pensamiento.

–Abraham