No trates de recrear experiencias óptimas, más bien acéptalas como el regalo que son

No trates de recrear experiencias óptimas, más bien acéptalas como el regalo que son

No trates de recrear experiencias óptimas, más bien acéptalas como el regalo que son. Y no te culpes por no poder quedarte ahí, porque si te quedaras ahí no serían experiencias óptimas. Serían experiencias normales, ordinarias de todos los días, aburridas. Pues entonces saborea tus experiencias óptimas y elógiate por vivirlas. Espera más de ellas y deja todo lo demás fuera de la ecuación.

– Abraham

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