Cuando continúas haciendo la pregunta, continúas practicando la vibración de la pregunta, la cual es diferente de la vibración de la respuesta. Pero cuando callas tu mente, y ya no tienes la pregunta activa, entonces la respuesta te llega, pues ya no estás manteniéndote en la tensión de la pregunta incontestada.
Toma una decisión y valórala como la correcta. No hay decisiones equivocadas. Podrías ir por aquí o por allá, y con el tiempo, cualquier manera te llevará donde quieres llegar. Pero en el momento que te comienzas a elogiar por la decisión que has tomado, en ese momento, entras en alineación vibratoria con quien tú eres verdaderamente.
–¿Qué pensamiento piensas, o puedes identificar… por supuesto, ésto es pedirte muchísimo, –es el que te comienza a voltear en dirección de la depresión?
–Duda de mi mismo. Siempre estoy dudando de mi. Si he tomado una decisión y luego hay el contraste siguiente, siempre me digo, «oh has hecho un error, estás yendo en la dirección equivocada.
–Bueno pues no hay ningún tema que puedas elegir, ningún objeto de atención que puedas elegir que sea más importante que tu no lo señales negativamente por todas esas razones obvias. Pues entonces, dudas de ti mismo. Danos un ejemplo.
Te lo prometemos, la vida exitosa no se trata de identificar que deseas algo y luego ir allá y conseguirlo. La vida exitosa se trata de decidir que deseas algo, ajustar tu vibración para permitirle a las leyes del Universo que te junte con aquello en un encuentro a manera de una cita. Porque el encuentro, el cerrar la brecha, ES nuestra definición de la vida exitosa.
Hay aquellos que dicen, si haces esa cosa incómoda por un buen tiempo, va a volverse cómoda. Pero no alentamos eso. Alentamos el llegar a estar alineado, y de ahí tomar acción. Alentamos siempre el deshacerte del miedo; nunca quisiéramos que continúes haciendo cosas que te hacen sentir miedo. Y quizás, la ley del menor esfuerzo es tan sólo no montarse en ese caballo. Quizás la ley del menor esfuerzo es la de montarse en otro caballo –pero nunca seguiríamos adelante sintiendo temor.