Al ir buscando una manera que se sienta mejor de abordar cualquier tema al que le prestes tu atención. Al continuar preguntándote desde tu cada vez nueva perspectiva: «¿Qué es lo que quiero?»… Con el tiempo te encontrarás en un estado muy agradable. —No puedes preguntarte continuamente qué es lo que quieres sin que tu punto de atracción comience a moverse en esa dirección. El proceso será gradual, pero tu continua aplicación del proceso te rendirá resultados en tan solo unos pocos días.
No puedes tener un final feliz en una trayectoria infeliz; no funciona así. La manera como te sientes a lo largo del camino, es la manera como continuas preparando tu jornada. Y es la manera que seguirá hasta que hagas algo respecto a cómo te sientes.
Nunca te encontrarás en un ahora en donde todos tus deseos se hayan cumplido, y luego te encuentres completo —y nunca podría ser. Este estado incompleto en que te encuentras es el mejor en el que podrías estar. Estás justo en el camino, estás justo en el tiempo. Todo se está desenlazando perfectamente. Todo está realmente bien. ¡Diviértete! ¡Diviértete! ¡Diviértete!
Si recibes un diagnóstico que no te gusta, la tendencia es decir, «¡Ay Dios mío! ¿Cómo me alejé tanto de algo tan deseado?» Y decimos, no es así de una sola para nada —es una serie de cosas chiquitas. Es «puedo elegir este pensamiento que se siente bien, o este otro que no se siente tan bien. Pero he desarrollado un patrón por lo que no se siente tan bien. Por lo tanto, es la dosis diaria de no estar en el modo receptivo que me mantiene fuera del modo receptivo». ¡Eso es todo lo que es!