Alguien nos preguntó recientemente, “¿Hay alguna limitación en la habilidad de sanar el cuerpo? Y dijimos, “Ninguna excepto la de tu creencia.” Y dijo, “¿Entonces por qué no crecen nuevas extremidades?” Y dijimos, “Porque nadie cree que se puede.”
La resistencia es sobre tu creencia que eres vulnerable o susceptible a algo no deseado, y tu mantener una postura protectora —lo cual te mantiene impidiendo el Bienestar que de lo contrario tendrías. No existe nada lo suficientemente grande que te proteja de cosas no deseadas, y no existen cosas no deseadas lo suficientemente grandes que lleguen a tu experiencia.
Los humanos tienen el malentendido de que la Fuente ya no está expandiéndose, o que la Fuente está completa y perfecta, y que los humanos ahora laboran para lograr esa perfección. Pero lo que realmente sucede es que la Fuente está expandiéndose en mayores capacidades de amor gracias a lo que el Hombre está viviendo.
Quiero ser la mejor que pueda ser. Quiero hacer y tener y vivir de manera armoniosa con mi idea del bien máximo. Quiero estar en armonía física aquí en este cuerpo, con aquello que considero lo mejor, o el mejor modo de vida”. Si haces estas declaraciones, y luego no pones manos a la obra salvo que te sientas bien, siempre te moverás sobre el sendero armonioso con tu idea de lo que es bueno.
No lo puedes tener de ambas maneras. No puedes tener Bienestar como la raíz de quien eres, y luego tener esa misma raíz de Bienestar con la capacidad de pronunciarte malo o pecador. Es vibratoriamente imposible. Aquel Dios juzgador y vengativo ha sido fabricado por la más profunda desesperanza humana.