Ya sea que fuese un castillo o un botón, si lo usas como tu objeto de atención, está convocando Fuerza de Vida. Es el sentimiento de la Fuerza de Vida de lo que se trata la vida. La razón por la que la convocas es intrascendente.
Mientras estés sintiéndote incómoda con algo, te estás manteniendo en una vibración donde todas las cosas que has conjurado, y todas las cosas que le has dejado saber al Universo que deseas, no pueden fluir hacia ti.
Todo lo que se ha vivido, todo lo que se ha escrito o documentado, ha sido una vibración primero. Todo se ha conjurado en una vibración primero antes de su manifestación. Así que si algo se ha manifestado y continuas prestándole tu atención, el hecho que sea verdad no debería sopesar realmente. La pregunta que nos haríamos no sería ¿es verdad?, o ¿es innegable? La pregunta que nos haríamos es ¿cómo me hace sentir cuando me enfoco en eso? Y si la respuesta es: no me hace sentir muy bien cuando me enfoco en eso; entonces diríamos, verdad o no, no te sirve. Y si activaras una parte diferente en tu vibración –“la verdad” cambiará.
Hijo mío, nunca haré por ti aquello que sé tú puedes hacer por ti mismo. Nunca te robaré la oportunidad de mostrarte a ti mismo tu habilidad y talento. Te veré siempre como el creador capaz, efectivo y poderoso que has venido a ser. Y me quedaré atrás haciéndote la más ferviente barra. Pero no haré por ti aquello que ha sido tu intención hacer por ti mismo. Cualquier cosa que necesites, pídelo. Siempre estoy aquí para festejar o asistir. Estoy aquí para estimular tu crecimiento, no para justificar mi experiencia a través tuyo.
El Universo es abundante en todo lo que deseas. No te está probando. Te está proveyendo benevolentemente. Pero tú eres quien dispone. Tú eres quien define, y lo haces mediante tu expectación entusiasta. Si hay una emoción que quisieras fomentar, que te sería de mucho, mucho provecho, es la expectativa positiva. Es la expectación entusiasta.